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Diario de la erupción del San Juan, narrado por Carlo


              


Hoy es el 12 de julio de 1949

La observación de la raja del Llano del Banco ha sido interrumpida hoy por la mañana, después de que habían aumentado las señales que indicaban la erupción en la cresta de la sierra. La grieta había continuado abriéndose hacia arriba porque ya por debajo se formaban las barreras sobre las cuales la corriente de agua desembocaba en la cascada. Hoy fue el quinto día, y cada jornada crece la expulsión. La consistencia de la lava se había transformado en un fluido, viscoso y muy caliente.

Rubens y Ramón habían ido a la posición norte de la hendidura. Aquí el terreno era llano, y la lava había desplazado un terraplén, detrás del cual se había formado un lago cuyo espejo subía continuamente. Rubens expresó sus dudas e incitó con ello a los curiosos para que se retiraran. Quizás aquí se podría originar otro derrame dirección norte.

Un fuerte seísmo hizo temblar la montaña. Ellos se habían dirigido a la parte norte de las Magdalenas y encontraron en la "base" de dos observadores, que habían sido puestos por Pablo. También él sostenía que una explosión entre El Fraile y Los Charcos era probable porque la chimenea de la Deseada, clasificada entremedio como Volcán Duraznero, ya no estaba activa y las fuertes emanaciones de gas salían del norte de las grietas .

El grupo no se encontraba lejos de la posición de regreso cuando un temblor corrió a través de la montaña, al cual, minutos después, le siguió una fuerte detonación. ¡La montaña tambaleaba!

Atrás de Los Charcos, en le campo de lava de Hoyo Negro, había volado el flanco oeste y la fuga de gas hacía resonar sus truenos en el cielo. La explosión fue tan ruidosa que hasta en el norte de La Palma se había notado con espanto. Sobre la montaña delante de ellos el grupo contempló los primeros pedazos y rastros del polvo, y luego el trueno adquirió un tono oscuro que retumbaba y las erupciones cazaban al tremendo polvo y nubes de escoria en el cielo azul. La erupción del Hoyo negro fue más fuerte e intensa que la del Duraznero. Después de algunas horas se oscureció el cielo, una "lluvia" de polvo cubrió nuevamente el oeste y sur la isla, y los vapores se desplazaron hacia afuera en el crepúsculo, sobre el mar, y alisaron todo con un estrato gris. Otra vez había una amenazadora nube oscura en el cielo nocturno sobre las centellantes luces de las continuas erupciones - y de la montaña, retumbaba el trueno.

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Mientras Carlo nos cuenta sus aventuras del San Juan, por las tardes giro la "Webcam" en dirección Cumbre Vieja, donde todo esto succedio.

Traducido del Alemán al Español por Silvina Masa


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